viernes, 15 de febrero de 2013

LA MUJER Y LA RECUPERACIÓN DEL DISCURSO POLÍTICO

LA MUJER Y LA RECUPERACIÓN DEL DISCURSO POLÍTICO

 

Una vez que las mujeres tomamos conciencia de la parcialidad masculina que define a la historia, decidimos retomarla, al igual que la vida, los tiempos y los espacios que sólo se reservaban a los hombres.
Decidimos desmantelar los mecanismos de la invisibilidad puestos al servicio de anular nuestra existencia y mantenernos en las sombras y la exclusión.Por largos siglos estuvimos limitadas al mundo de las cosas , alejadas del mundo de las palabras y las decisiones.
Al comenzar un nuevo siglo es alentador comprobar los avances que hemos logrado, pero no podemos engañarnos ya que los obstáculos  aún persisten y surgen nuevos, que no por ser más sutiles son menos efectivos.
El denominador común del siglo XX lo marcó la lucha por la autodeterminación, la democracia participativa, el respeto por los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, un orden económico más justo y la aspiración de lograr un mundo regido por ideas de solidaridad y cooperación, superando las relaciones de dominio y subordinación.
Sin embargo  aún los sistemas políticos más democráticos, entendidos así por sus principios y representatividad formal, siguen reflejando la desigualdad de acceso y ejercicio del poder entre los géneros. A la hora de pensar en las desigualdades sociales del siglo XX, y en los comienzos del XXI, la disparidad de género continúa siendo una realidad más que palpable que merecería un tratamiento particular.
Hoy día nos encontramos con que las fuerzas políticas democráticas deben enfrentarse a la necesidad de articular las viejas formas representativas con una mayor participación de la sociedad, junto a otra necesidad fundamental como es la de prestigiar la actividad política y de gobierno. Por lo que se hace imprescindible que enfrentemos el desafío de reformular y modernizar el sistema político y muchas de sus reglas de juego....y las mujeres tenemos mucho que aportar desde nuestra ancestral experiencia de género  discriminado y excluido.
En lo que se refiere a nuestro país, la dirigencia política hoy más que nunca debería superar la soberbia y la omnipotencia que la han caracterizado y ser al mismo tiempo impulsora y mediadora entre la sociedad civil y la política. Es decisivo que entendamos que lo público se ha convertido cada vez más en un espacio de interacción discursiva diferente al estado y el mercado en el cual la ciudadanía movilizada, debate y expresa en la calle sus intereses y reclamos ya que no encuentra contención en los ámbitos políticos tradicionales. También sabemos que no puede representar su reemplazo, pero habría que valorarlo como un dato incuestionable de la realidad así como una alternativa de complementación. Hoy más que nunca debemos reivindicar a la política como el espacio representativo del interés común y oponernos fuertemente a los claros intentos de amordazar el pensamiento crítico.
Los conceptos de ciudadanía, democracia  y participación política, son conceptos históricos  que se ven influidos por las crisis y los avances de cada época por lo que pueden ser repensados y cuestionados de acuerdo al momento histórico, y en este momento histórico, tanto en nuestro país como en el mundo, la cultura global y las tecnologías de la comunicación desempeñan un rol estratégico y central en la intensión de generar o de amordazar el pensamiento crítico.
            Las grandes empresas transnacionales, los grupos industriales y financieros privados, aspiran a convertirse en los dueños del mundo superando incluso  a  los Estados. Su intención es precisamente la destrucción de lo colectivo, apropiándose de lo público y social para reemplazarlo  por la lógica del mercado y lo privado. Por todo esto podemos concluir que la recuperación de lo político es de vital importancia en tanto represente el espacio compartido y negociado de defensa del interés común.
Personalmente pienso que construir ciudadanía en la Argentina de hoy, significa, especialmente para las mujeres, buscar la construcción de poder en espacios que se encuentran por fuera del sistema político tradicional, generando relaciones de interlocución, intercambio, negociación y/o presión, como alternativas de complementación a las instancias tradicionales.
Las mujeres  tenemos el derecho y la obligación de aportar nuestra mirada e interpretación del mundo, participando de alianzas estratégicas para lograr la equidad en los resultados. Nuestro aporte es imprescindible para la  construcción de un nuevo contrato social en el que sean incluidos todos aquellos grupos, géneros y sectores que fueron excluidos del paradigma moderno de la igualdad, y para reformular y modernizar el sistema político.
Temas tales como la igualdad de oportunidades; el respeto por las instituciones republicanas, los derechos humanos y las diferencias; el desarrollo con justicia social y cuidando el medio ambiente; el desprestigio y  la superación de la violencia; la visibilización de los dispositivos ideológicos que condicionan la participación política de la ciudadanía que se debate entre la exclusión y/o la legitimación de lo existente; la reivindicación de los afectos y el derecho a la esperanza; son algunas de las principales cuestiones que las mujeres podemos ofrecer para generar una alternativa de mejoramiento a la agenda tradicional de la política.
          Para concluir, quisiera recordar una magnífica frase de Judith Astelarra, porque, aunque data del año 1988, destaco su vigencia y pienso que resume lo que pretendí compartir con ustedes:
“…es difícil participar en las instituciones y organizaciones políticas tal como son hoy, democráticamente incompletas, pero no es imposible. Será necesario hacer un esfuerzo colectivo, pluralista y no sectario, para utilizar todos los esfuerzos y recursos posibles. Hará falta ingenio, solidaridad, paciencia, fuerza, tolerancia, buen humor y afecto, cosas que las mujeres hemos desplazado muchísimas veces. Contribuiremos con ello, junto a todos los que se propongan lo mismo, a profundizar esta democracia aún inconclusa”. Judith Astelarra. Barcelona.1988.
 
Ester Nani
CABA-Argentina
Enero de 2013

Actividad del Programa "Mujer y Ciudadanía" en el C.G.P. Nro. 1 de la Ciudad de Buenos Aires - Año 2000

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